La rápida diseminación del ébola en África se debe a los cambios demográficos, sociales, ambientales y culturales de carácter irreversible en el continente y no a cambio alguno en el virus que causa la enfermedad, según los expertos.
La población del continente africano se ha triplicado en los últimos 40 años, las carreteras han conseguido llegar a áreas antes inaccesibles para los extranjeros y los bosques han sido talados. Estos cambios han provocado que surjan nuevos brotes de ébola y que afecten a un mayor número de personas que los anteriores. “Si estudiamos este brote de ébola, el virus no ha cambiado. Es África la que ha cambiado”, ha explicado el director del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, Michael Osterholm, en declaraciones a la radio pública estadounidense, NPR. “Ahora tenemos el virus en las zonas urbanizadas y afecta a personas que viajan mucho y lejos”, ha añadido.
Hasta ahora, los brotes de ébola aparecían en lugares remotos y escasamente poblados, especialmente en el centro de África. Las autoridades sanitarias controlaban los brotes mediante la cuarentena de los poblados afectados. La enfermedad no se diseminaba porque la gente no podía ir a ninguna parte. Pero, en el brote actual, la gente viaja en autobuses, taxis compartidos y aviones. “Ese es el mundo moderno en el que vivimos hoy en día”, ha dicho Osterholm. “Tratar de controlar un virus infeccioso en este mundo es muy diferente de lo que lo era hace 20 o 30 años”, ha añadido.