Aécio Neves, el favorito de los mercados para destronar a Dilma

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FP)Tras los resultados oficiales, el candidato presidencial Aécio Neves recibió todos los elogios a su llegada al estado de Minas Gerais, en Belo.

BRASIL. La irrupción de Aécio Neves (1960) puede parecer sorpresiva para la opinión pública internacional, pero no lo es, ni mucho menos, para los brasileños.

Acostumbrados a las sagas políticas, Neves cumple con el perfil del hombre formado para llegar a lo más alto del poder. Y así lo ha ido cumpliendo desde que empezó la década de 1980.

En las fotos de la época aparece con traje abierto, chaleco abrochado y una mirada de soslayo hacia su abuelo, en ese entonces gobernador de Minas Gerais y luego primer presidente electo tras la dictadura militar, en 1985.

Aécio, el nieto de Tancredo Neves, era aquel que ejercía de secretario privado del estadista con solo 22 años. El mismo que luego, en 1988, participó de la constituyente que elaboró la última carta magna de Brasil. Él, claro, era el más joven.

Aécio es el mismo que en 1989 formó parte del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), del que luego fue presidente. Y es el mismo que ha sido diputado federal por 16 años, gobernador de Minas Gerais durante ocho y senador hasta la fecha.

Ahora, con su candidatura a presidente, ya con 54 años, colma una trayectoria política que también ha tenido sus altibajos relacionados con un perfil alejado de la política, pero no de los focos.

Su vida privada ha sido tomada por los rivales como un talón de Aquiles para Neves. Por un lado, su agitada vida sentimental, con fama de mujeriego.Y por otro, los rumores sobre su inclinación por la fiesta e incluso acusaciones sobre consumo de cocaína que él mismo se encargó de negar en un programa de televisión, hace solo cuatro meses.

“Tengo una vida de la que me enorgullezco. Soy un hombre de mi tiempo. Nunca he vestido la ropa de un político tradicional, he tenido mis relaciones a pesar de dedicar mi vida entera a la política. Los que me conocen llevan reeligiéndome 30 años y dándome oportunidades. Pero como no consiguen decir que soy deshonesto o incompetente buscan esos ataques desde el submundo de internet”, dijo Neves.

Antes había estado envuelto en otra polémica al negarse hacer una prueba de alcoholemia en un control de la policía de Río de Janeiro, que acabó reteniendo su licencia de conducción.

Pese a la vida licenciosa del pasado, Neves cultiva una imagen más familiar. Con su mujer, la exmodelo Leticia Weber, de 34 años, ha tenido gemelos este año, que son presentados en los spots de televisión junto al candidato, también padre de otra joven de 21 años.

Y con esa imagen, esa sonrisa, el verbo suelto y el nombre del interlocutor siempre en la boca, Aécio ha conquistado a un tercio de los brasileños. Dicen los expertos en imagen que conecta porque es el candidato más parecido al brasileño medio, con espíritu desenfadado y sin acartonarse ante cámara. Así ha construido un camino cada vez más firme.

Sorpresiva campaña

Se venía avisando en los sondeos previos a las elecciones: Marina perdía fuelle y Aécio volvía a ocupar el segundo lugar de las encuestas. Muchos achacan a su campaña firme pero sin alharacas el éxito final, aunque otros replican que la estructura partidaria del gigante tucano, como se denomina al PSDB, inclinó la balanza en favor de Neves.

Si algo ha hecho el candidato en la campaña de la primera vuelta ha sido controlar los tiempos. En los debates aguantó ataques estoicamente y expuso su ideario con fórmulas directas. Además, siempre se mostró como “el próximo presidente de Brasil” y, desde luego, nunca dudó de que él iba a enfrentar a Dilma Rousseff en la segunda vuelta.

Ahora llegó el momento y por ello se multiplican las estrategias para exprimir los fallos de la candidatura rival en menos de tres semanas. A la pregunta de los periodistas en Belo Horizonte, el domingo por la noche, sobre si cambiaría el registro para hacerse más agresivo, Neves fue tajante: “No hacemos política de odio”.

El gabinete de Aécio Neves se reunió este lunes para ver las posibilidades de campaña que se abren y la lucha por un apoyo explícito de Marina Silva. Sin citarla, el candidato del PSDB mantuvo el domingo la línea de abanderado de un proyecto nacional: “Es hora de unir fuerzas. Mi candidatura no es de un partido político”. Se espera que Silva responda antes del jueves y se despeje el inicio de la segunda carrera electoral.

Desde la campaña aseguran que el plan es continuar insistiendo sobre la economía. Partidario de la autonomía del Banco Central, Neves prometió combatir también la inflación y reducir el déficit.

Para ello, anunció ya al inicio de la otra campaña que contaría con Arminio Fraga, hombre fuerte de las finanzas en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, expresidente del país (1994-2002), que Neves siempre utiliza como referencia y como contraposición a las tesis representadas por Rousseff. Es el favorito de los mercados. Cuando Dilma crecía en los sondeos, los mercados bajaban.

En la recta final

Dilma y Aécio, cada uno en su estilo, intentarán tejer una red de alianzas que les dé más posibilidades el día 26 de octubre. Para el analista político Fabiano Santos, la actual presidenta tiene todas las de ganar gracias a eso: “Rousseff consigue aglutinar en torno a su candidatura política un amplio arco social, por eso tiene unas condiciones y ventajas más favorables que Aécio”.

Hace semanas que el equipo de campaña de Rousseff hablaba de Neves como el verdadero rival, no se sabe si como estrategia para amortiguar el efecto Marina y para hacer buenas las encuestas que dan como ganadora amplia a Dilma en un enfrentamiento directo con Neves, o porque piensan que el PSDB y su candidato eran ya el enemigo a batir.

En cualquier caso, nadie queda por fuera del programa de Aécio, al revés de lo que sucedía con Marina Silva, cuyas contradicciones acabaron pasándole factura.

Ahora, al igualarse los tiempos de propaganda electoral en televisión entre los dos candidatos, Neves podrá desplegar sus encantos e intentar contrarrestar la campaña de Rousseff, que ya comenzó ayer por Twitter, con el mismo cariz duro con la oposición.

El primer recado ya lo había dejado el propio domingo tras las elecciones, cuando agitó la bandera del miedo, como hacía con Marina: “El pueblo no quiere volver a los fantasmas del pasado”, dijo. “Cuando gobernó, el PSDB lo hizo para un tercio de la población, abandonando a quienes lo necesitaban”.

Quedan tres semanas para demostrar sus credenciales. Rousseff tiene argumentos sólidos: es la más votada y goza de buena salud en los pobres estados del norte y nordeste, y la estadística reciente en Brasil habla de que en todas las elecciones desde 1994 siempre ha ganado la segunda vuelta quien se impuso en la primera.

ARTURO LEZCANO
RÍO DE JANEIRO

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