Cd. Victoria, Tamaulipas.- Después de la masiva explosión de un camión en la capital de Somalia, la cifra de muertos aumentó a 276 además de más de 275 personas heridas, volviendose el atentado más mortífero en la nación del Cuerno de África.
Un senador del país informó que el gobierno de Somalia ha culpado al grupo Al Shabab, vinculado a Al Qaeda, por el atentado perpetrado el sábado en Mogadiscio, al que consideró un “desastre nacional”. Sin embargo, Al Shabab, que suele efectuar atentados en áreas destacadas de la capital, ha guardado silencio.
Se podían escuchar las sirenas de las ambulancias por toda la ciudad un día después de la explosión y las familias desoladas deambulaban entre los escombros de edificios en busca de parientes desaparecidos, al mismo tiempo los médicos estaban luchando para tratar de salvar a cientos de víctimas con heridas horribles, muchas quemaduras que los han dejado irreconocibles.
Ante los hechos el presidente Mohamed Abdullahi Mohamed declaró tres días de luto y se unió a miles de personas que respondieron a una petición desesperada de los hospitales a la población con el fin de que donara sangre para las víctimas.
Asimismo se anunció que muchas víctimas fallecieron en hospitales a consecuencia de sus heridas, durante la noche, rescatistas con antorchas buscaban a sobrevivientes atrapados bajo los escombros del hotel Safari, que fue destruido en su mayor parte.
La fuerza de la explosión hizo desaparecer las puertas de metal y los muros contra estallidos que habían sido erigidos frente al hotel, por otro lado los médicos de los hospitales de Mogadiscio lucharon para ayudar a las víctimas gravemente heridas, muchas de ellas quemadas más allá del reconocimiento.
Dentro del hospital, las enfermeras transportaban a un hombre cuyas piernas habían desaparecido. El sujeto tuvo que esperar mientras los cirujanos atendían a otro paciente gravemente herido. Exhaustos, los médicos lucharon por mantener los ojos abiertos mientras los gritos de víctimas y familiares desconsolados resonaban en los pasillos.
Abatidos entre el caos y pánico comenzaron a surgir las historias de las víctimas. Amino Ahmed dijo que una de sus amigas, una estudiante de medicina, murió en la víspera de su graduación. La explosión también mató a una pareja que regresaba de un hospital después de tener su primer hijo, dijo Dahir Amin Jesow, un legislador somalí.