- Personajes que han sido clave en la vida del delantero, esbozan un retrato del jugador que este lunes vuelve al Tricolor
Cuestionado, controversial y conocido más por sus negativas al Tricolor que por su carácter e historia de vida, Carlos Vela es el personaje que para bien o para mal se sale del molde, tanto dentro de la cancha como fuera de ella.
Sin juicios y más bien llenos de anécdotas, personajes que han sido parte de su vida o su carrera retratan un esbozo de quien esta semana regresa a la Selección Mexicana como para dejar atrás una novela que ha tenido mucho más detractores que partidarios.
De los días de los cuatro hermanos Vela en casa, Alejandro recuerda las cascaritas que siempre terminaban en pelea en el jardín, donde un día Carlos se partió la barbilla por aventarse un clavado.
“Era un ‘sangrerío’, no estaba mi mamá y entre el grande y yo lo tratábamos de curar pegándole cintas. Hicimos cualquier destrozo en casa”, recordó.
Oriundos de Cancún, el Sureste donde su padre fue jugador de Pioneros o Leones de Yucatán en Segunda y Tercera División, los Vela recuerdan esas anécdotas, que contrastan con la actualidad de quien ha llegado más lejos profesionalmente.
“Él entra en una cancha y hace lo que sabe, hace lo que le gusta, hace lo que siente y obviamente se transmite”, aseguró.
“Es un jugador que juega con una desfachatez que no cualquiera tiene. Eso le ha jugado una buena pasada”.
MÁS GENIALIDAD QUE DISCIPLINA
En ello coincide Néstor de la Torre, Presidente de Chivas, quien vio llegar a Carlos a las Fuerzas Básicas y quien también lo sancionó por medio año del Tri cuando era Director de Selecciones Nacionales a principios del 2011, última ocasión en que el delantero se vistió de verde.
Ya sin señalarlo por ese episodio, lo recuerda como un jugador tan difícil para la disciplina como distinto en la cancha.