Seis segundos después de su despegue, el cohete ANTARES, que debía colocar en órbita a la cápsula espacial no tripulada Cygnus, explotó. La cápsula contenía más de 5 mil libras (2.2 toneladas) de carga para la Estación Espacial Internacional y estalló encima del complejo de lanzamiento en la Isla Wallops, Virginia. La nave no tripulada pertenecía a Orbital Sciences Corporation, una de las empresas privadas que trabaja para la NASA, y que compite por ganar contratos para poder enviar astronautas al espacio en un futuro. “Orbital Science Corporation está evaluando el estado de la misión”, informó la NASA, que precisó que no hay indicios de que haya personas en peligro. El control de la NASA informó en vivo, a través de su canal de televisión, que en el momento de la explosión no había personal alrededor y que no se reportaron lesionados. El lanzamiento estaba planeado para las 6:22 horas Este, pero “sufrió un accidente” y explotó en la plataforma, explicó la NASA.
La página de la Estación Internacional tuiteó una fotografía del incidente, donde explica que el Cygnus explotó seis segundos después del despegue. Sobre este incidente el ex astronauta de la NASA José Hernández Moreno, reveló en entrevista a Univisión Noticias que este percance disminuye las posibilidades de Orbital Science Corporation para el envío de astronautas a la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, aclaró que el cohete como el ANTARES no es certificado para uso humano, ya que los requisitos para las naves que transportan astronautas son mucho más estrictos y pasan por procesos mucho más rigurosos.
A decir de Hernández Moreno este percance podría perjudicar a la NASA, ya que al haber menos competencia por parte de empresas privadas, aquellas que tengan la posibilidad y los recursos para enviar astronautas y suministros al espacio podrían elevar los precios de estos servicios. Los suministros que llevaba la cápsula iban dirigidos a las seis personas que viven en la Estación Espacial. Entre ellos había alimentos, agua, objetos para los astronautas a bordo y una docena de experimentos para probar el rendimiento de brotes de guisantes en el espacio, creados por estudiantes de la Academia Duchesne del Sagrado Corazón en Houston.
Al preguntar a José Hernández si esto perjudica a los astronautas que actualmente se encuentran en la Estación Espacial, descartó que corran algún riesgo, ya que la NASA no solamente depende de una empresa para llevar suministros. Este lanzamiento sería la tercera de ocho misiones del Orbital Sciences, en virtud a un contrato por un total de $1900 millones de dólares por la entrega de 20 toneladas de material a la estación. La causa del accidente no se ha especificado por el momento, y de acuerdo con Hernández Moreno, para saber exactamente la razón del siniestro podría tardar hasta tres meses, pues de acuerdo con el protocolo para estos casos, se nombrará a un panel de expertos que revisará cada detalle registrado durante el lanzamiento.