Con el surgimiento del ébola, muchos se preguntan si hay tratamientos que puedan ayudar a quienes padecen esta enfermedad. Aunque la mayoría se encuentran en su fase experimental, algunos han sido probados y han podido curar a algunas personas de esta epidemia. Además, en agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el uso de medicamentos experimentales contra el ébola, como informó el diario ABC. Es importante aclarar que hay una diferencia entre una vacuna y un tratamiento terapéutico. La primera se aplica antes de que una persona se contagie por un virus o una bacteria que causa una enfermedad determinada, como explica la CDC. Además, estimula el sistema inmunológico para que produzca anticuerpos e inmunidad celular para que combatan la enfermedad en caso de que el organismo se vea amenazado. El segundo se emplea a las personas que ya están infectadas con el virus para que generen los anticuerpos necesarios para curarse. Actualmente no ha vacuna para el ébola, aunque las primeras pruebas clínicas empezarán en algunos meses, según reporta The New York Times.
Por esta razón, queremos contarle cómo funcionan algunos tratamientos que han sido exitosos en la cura contra el ébola.
Zmapp
Durante el brote actual, este ha sido uno de los tratamientos que ha mostrado mayor efectividad en la cura del ébola. Es un suero MB-003 que contiene tres anticuerpos, el 13C6, el 13F6 y el 6D8, que son proteínas que tienen la capacidad de reconocer a ciertas moléculas y unirse a ellas, como explicó la página del diario ABC. Por esto, se unen a partículas con las que encajan y rechazan a las que no son compatibles. De acuerdo a un estudio realizado en el año 2013, este suero curó del ébola a los primates no humanos de la especie ‘macaco rhesus’. El Zmapp se produce a partir de las plantas de la especie ‘Nicotiana benthamiana’, similar al tabaco, ya que a través de la ingeniería genética se consigue que las plantas generen los tres anticuerpos deseados. Para lograr este objetivo, han creado unos genes y los han introducido en las plantas para que los utilicen como si fueran suyos. Luego, extraen los anticuerpos y los purifican para fabricar el suero.
El suero funciona porque hay anticuerpos que reconocen el virus y se acoplan a él, con lo que bloquean su actividad e impiden el daño a las células humanas. Otros reconocen las células humanas ya infectadas, y se unen a éstas para enviar la orden al sistema inmunológico de que las ataque y así impedir que sigan produciendo virus. El sitio web La Información reportó que este medicamento fue suministrado a siete personas. De ellas, dos norteamericanos se curaron, pero el sacerdote español Miguel Pajares y un médico liberiano fallecieron. Mapp Biopharmaceutical fue la empresa creadora de este medicamento. Uno de los problemas de este tratamiento es que sus reservas se agotan rápidamente. El laboratorio Kentucky BioProcessing (filial del fabricante de cigarrillos Reynolds American), que realiza los experimentos en las plantas utilizadas para extraer los anticuerpos del Zmapp, afirmó que el 12 de agosto pasado todas las dosis se habían agotado y necesitarán varios meses para producir una cantidad modesta.
Suero de convaleciente
Este tratamiento se basa en la sangre de las personas que han podido superar la enfermedad. Como explicó BBC News, el cuerpo de los sobrevivientes ha aprendido a combatir la infección y tiene anticuerpos que pueden lidiar con el virus. Así, se puede realizar una transfusión a otros enfermos con la que se ‘entrena’ al paciente a combatir la enfermedad. No obstante, el grupo sanguíneo del donante y del receptor tienen que coincidir, y se debe descartar que el donante tenga otras enfermedades. Una persona que superó el ébola fue Patricia Melgar, hermana de la Congregación Misioneras de la Inmaculada Concepción, –como informó la página del diario ABC– quien donó sangre para la cura del ébola. A la enfermera Teresa Romero le realizaron una transfusión con la sangre de la hermana Melgar. BBC News afirmó que este tratamiento puede estar disponible en Liberia dentro de pocos días.
Esta es una tableta antiinfluenza que inhibe la reproducción del virus en las células y fue probada con éxito en roedores infectados con ébola, como explicó The New Yorker. Su principal ventaja es que está fabricada en forma de comprimidos, que permiten más facilidades de uso en zonas con infraestructuras médicas limitadas. La empresa Toyama Chemical, filial del grupo Fujifilm, fue la creadora de este medicamento. La enfermera española Teresa Romero también recibió este medicamento para su curación, como informó El País.
TKM-Ebola
Esta droga experimental es una combinación de pequeñas cadenas de ARN de interferencia dirigidas a tres de las siete proteínas presentes en el virus del ébola del Zaire: la polimerasa L, la proteína asociada a la membrana (VP24) y la proteína del complejo de polimerasa (VP35). El tratamiento fue creado a partir de la tecnología de nanopartículas de lípidos desarrollada por la empresa Tekmira que fabricó este tratamiento. En agosto, la Administración de Drogas y Comida (FDA por sus siglas en inglés) permitió su uso en las personas que estaban infectadas por el ébola. A Rick Sacra, un norteamericano que viajó de Liberia a Nebraska, le fue aplicado el TKM-Ebola y pudo curarse, como informó CNBC.
Y, ¿qué es el ébola?
Según la OMS, el ébola es una enfermedad que afecta a personas y a primates no humanos (monos, gorilas y chimpancés). Se desconoce su origen, pero las pruebas científicas disponibles apuntan a que los murciélagos frugívoros (familia Pteropodidae) son sus huéspedes más probables. La infección se produce por contacto directo, a través de las membranas mucosas o la piel, con la sangre u otros líquidos o secreciones corporales (heces, orina, saliva, semen) de personas infectadas. El periodo de incubación (el intervalo desde la infección a la aparición de los síntomas) oscila entre dos y 21 días. Los pacientes son contagiosos desde el momento en que empiezan a manifestarse los síntomas. No son contagiosos durante el periodo de incubación.