Trabajadores de salud en Liberia retiran el cuerpo de una mujer, víctima del brote que azota al país africano. Identificado por primera vez en el Congo, este virus ha costado la vida a más de 4,000 personas. A la fecha no existen vacunas, se transmite a través de los fluidos corporales y representa la incesante lucha de África Occidental por frenar el peor brote de la historia. A continuación, los datos más importantes del brote, publicados por la web CNN Expansión. En el recuento que contempla hasta el 8 de octubre, el brote ha provocado la muerte de 4,033 personas de un total de 8,399 casos registrados principalmente en Liberia, Guinea y Sierra Leona.
Emergido de una remota región de Guinea en marzo, esta enfermedad ha tenido presencia también en Nigeria y Senegal, pero los funcionarios consideran que la enfermedad está contenida en ambos países. A la fecha, no hay una vacuna ni cura en contra la fiebre hemorrágica que provoca malestares similares a los de la gripe, fiebre, sangrado, vómitos y diarrea. En anteriores brotes, la tasa de mortalidad de esta enfermedad alcanza hasta 80 por ciento. Aunque en la actualidad hay compañías farmacéuticas trabajando en vacunas experimentales y antivirales para combatir la enfermedad, será por lo menos hasta el primer trimestre de 2015 cuando un número significativo de dosis esté disponible.
No se transmite vía aérea, sino a través de la sangre, vómito, diarrea y otros fluidos corporales. Los síntomas aparecen generalmente en un periodo entre dos y 21 días luego de la infección. Las personas no contagian la enfermedad hasta que presentan los síntomas, pero la ventana en que una persona enferma no muestra síntomas es la que le permite viajar. Es la respuesta inmunológica de cada paciente lo que ha marcado la diferencia para quienes han logrado recuperarse del ébola.
Quienes se han curado desarrollan anticuerpos que duran alrededor de 10 años. Si no se da una intervención global masiva, para principios del próximo año los casos de personas infectadas podrían llegar a los 1.4 millones, de acuerdo a estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Tantas organizaciones internacionales como naciones como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Cuba han destinado personal, fondos y previsiones en ayuda de las zonas afectadas en África Occidental. Identificado por primera vez en 1976 en lo que hoy es República Democrática del Congo, se sospecha que el origen de este padecimiento está en los murciélagos.