A pesar que la reserva del Ëbola, es decir, la escondite del virus cuando no está causando brotes en las personas, no es conocida a ciencia cierta, es muy probable que los murciélagos sean la fuente de este virus mortal.
En 1976 apareció el primer caso de Ébola, causando dos brotes al mismo tiempo, uno en Sudán y el otro en la República Democrática del Congo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que fueron al rededor de 600 personas las afectadas por el virus en ese entonces.
En 2005, científicos tomaron muestras de más de mil de animales en África Central para buscar a los portadores del virus. Se analizaron murciélagos, aves y pequeños vertebrados. De todos los animales, el único animal que albergaba el virus fue el murciélago, específicamente tres especies frugívoras, de las cuales, dos se encuentran en Guinea, lugar de donde proviene el actual brote de Ëbola que ha cobrado la vida de casi 3,000 personas. Científicos están analizando a los murciélagos de la región para ver si alguno prueba positivo de Ébola.
Si efectivamente, estos animales son la fuente de la enfermedad, las personas podrían haberse contagiado al tocarlos, pues los murciélagos son comestibles y la sopa de murciélago es un platillo tradicional de la región. Comer murciélago no representa un riesgo de infección ya que la cocción mata el virus, sin embargo, tocar al murciélago y manipular su carne cruda si puede infectar a una persona. Como medida preventiva, desde marzo, en Guinea se ha prohibido el consumo de murciélago.