Nueva Delhi. La India reiteró hoy que el diferendo con Pakistán sobre Cachemira y los enfrentamientos de los últimos días en esa montañosa región son un tema bilateral y rechazó cualquier empeño de debatirlo en Naciones Unidas.
A través del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Syed Akbaruddin, Nueva Delhi confirmó su histórica posición y recalcó que en el abordaje del conficto “no hay lugar para la intervención de terceros”.
Las tensiones en Cachemira aumentaron a niveles preocupantes este mes, cuando en más de 20 choques murieron 15 pobladores de las aldeas cercanas a la divisoria Línea de Control, ocho indios y siete pakistaníes, y resultaron heridas más de 80 personas, civiles en su inmensa mayoría.
Akbaruddin afirmó que la India está dispuesta a entablar un “diálogo serio” con Pakistán sobre todas las cuestiones pendientes, incluidas las de Cachemira, pero lo acusó de no estar interesado en las conversaciones y, por el contrario, de usar “tácticas de distracción” al quejarse ante Naciones Unidas.
También exigió a Islamabad tomar “medidas inmediatas” para restablecer la paz y la tranquilidad a lo largo de la Línea de Control en Jammu y Cachemira, y dejar de patrocinar el terrorismo en su contra.
En Cachemira opera una milicia separatista que según Nueva Delhi cuenta con el apoyo de los servicios de inteligencia de Pakistán.
El portavoz de la cancillería subrayó que los disensos entre ambos países solo son solucionables mediante el Acuerdo de Shimla (1972, a tenor con el cual convinieron resolver sus problemas por medios pacíficos y debates bilaterales).
Enviar una carta al Secretario General de la ONU (por Pakistán) es una táctica que no funcionó antes y no funcionará ahora. El camino hacia una relación pacífica y de cooperación entre la India y Pakistán va de Islamabad a Nueva Delhi, y desvíos a Nueva York u otro lugar no sirven de nada, son tácticas de distracción, dijo.
Las dos naciones surasiáticas reclaman su derecho sobre Cachemira casi desde el momento mismo de su independencia en 1947, cuando el Imperio Británico en retirada les legó una antojadiza línea fronteriza.
Dos de sus tres guerras fueron por esa causa, amén de un sinnúmero de incidentes menores a lo largo de la denominada Línea de Control, que a unos cinco mil metros sobre el nivel del mar, es una de las zonas más militarizadas del planeta.