El Estado Islámico realizó los asesinatos en público; entre las víctimas hay cuatro mujeres.
BAGDAD.– Extremistas del grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ejecutaron ayer en público a 36 sunitas de una tribu, incluyendo mujeres y niños, informaron un funcionario iraquí y un líder sunita.
El balance de muertos entre las tribus que apoyan a las tropas gubernamentales se elevó a entre 250 y 400, incluyendo las últimas ejecuciones.
El jeque Naim al-Gaoud, un caudillo de la tribu Al Bu Nimr, dijo que el grupo radical mató a 29 hombres, cuatro mujeres y tres niños en la aldea Ras al-Maa, al norte de Ramadi, colocándolos frente a una pared y disparándoles uno por uno.
Unas 120 familias siguen atrapadas allí, manifestó.
Estas matanzas se repetirán en los días siguientes a menos que el gobierno y sus fuerzas de seguridad ayuden a las personas atrapadas, dijo Al-Gaoud.
Un funcionario del gobierno de la provincia de Anbar confirmó el relato, pero pidió no ser identificado por no estar autorizado a hablar con los periodistas.
En Bagdad, las autoridades iraquíes se encontraban en alerta máxima para impedir nuevos atentados de yihadistas sunitas contra los miles de fieles que se espera lleguen a la capital de Irak para celebrar la gran fiesta chiita de la Ashura.
El sábado se puso en marcha un plan de seguridad para proteger a los peregrinos, y nuestras fuerzas se encuentran en estado de alerta máxima, indicó un coronel de la policía.
Ese plan de seguridad no impidió, sin embargo, los dos atentados que dejaron el domingo 19 muertos y que fueron reivindicados ayer por el ISIS.
Sunitas, fundamentales
Desde que el grupo Estado Islámico lanzó una importante ofensiva en Irak, varias tribus sunitas locales han sido fundamentales para frenar el avance del grupo extremista, tomando las armas y peleando junto a las fuerzas de seguridad iraquíes.
Una campaña encabezada por Estados Unidos también ha bombardeado al grupo en lugares iraquíes como Beiji, Faluya y Ar Rutbah, de acuerdo con el Comando Central estadunidense.
El grupo radical se ha beneficiado de la guerra civil en Siria y la inestabilidad política de Irak para implantar su proclamado califato en grandes zonas de ambos países, mientras que Pakistán y Afganistán empiezan a temer ser los próximos, ante el aumento de los reclutamientos.
Efectos
1.- La coalición que encabeza EU podría intensificar sus ataques para frenar los asesinatos yihadistas.
2.- El ISIS podría ampliar sus operaciones a otros países para dar una nueva muestra de su poderío.