El campo de batalla ha eclipsado a la diplomacia en el este de Ucrania. La escalada bélica de las últimas dos semanas pone a prueba la capacidad de la responsabilidad de todas las partes involucradas en el conflicto, que de momento no se percibe. La Rada Suprema de Ucrania (Parlamento), reunida en sesión extraordinaria, ha calificado a Rusia como “Estado agresor” que “apoya el terrorismo” y “amenaza la seguridad y paz del mundo”. “Exhortamos a la comunidad internacional a reconocer la agresión contra Ucrania, la ocupación de su territorio y a intensificar las exigencias para el restablecimiento de las fronteras reconocidas internacionalmente”, señala la declaración aprobada con 271 votos a favor entre los 289 registrados. En contra estuvo el bloque que agrupa a antiguos miembros del partido de las Regiones, del expresidente Víctor Yanukóvich.
En su declaración, la Rada ha exhortado a las organizaciones internacionales y los Estados a secundarla, así como a presionar a Moscú y aprobar nuevas sanciones contra Rusia. El Parlamento declaró “organizaciones terroristas” a las autodenominadasRepúblicas Populares de Lugansk y Donetsk (RPL y RPD).
El jefe de Gobierno ruso, Dmitri Medvédev, ha advertido de que Moscú reaccionará “sin limitaciones” si se decide excluirlo del sistema internacional de pago interbancario SWIFT. Medvédev calificó de “instrumento puramente político” las calificaciones de las agencias internacionales. La víspera, Standard and Poor´s rebajó la calificación de Rusia a bono basura, por debajo del límite de inversión.
La toma de posición del Legislativo ucranio carece de consecuencias prácticas pero está en sintonía con las voces occidentales que exigen nuevas medidas contra el Kremlin. El viceministro de Exteriores de Rusia, Grigori Karasin, ha calificado la declaración de la Rada de “demencial e irresponsable” y afirmó que está destinada a “bloquear el camino para buscar el compromiso que tan necesario es ahora en Ucrania”, según la agencia Interfax.
Tras cuatro levas que movilizan a ciudadanos hasta de 60 años, las autoridades ucranianas precisan de más efectivos en el frente. Por esta razón, la Rada enmendó el martes la denominada “ley de la depuración de los órganos de poder”, a fin de que que los oficiales afectados por la purga política aprobada en otoño sean eximidos temporalmente. Exigida por los activistas encumbrados por el Maidán (la protesta que derrocó el régimen de Yanukóvich) esa norma inhabilita a los funcionarios que tuvieron cargos de responsabilidad en época de Yanukóvich y el Gobierno calcula que afecta a un millón de personas. Su aplicación en el Estado Mayor del Ministerio de Defensa y en los órganos de Seguridad e Interior ha afectado negativamente la calidad del mando en plena ofensiva militar contra los separatistas en el este (oficialmente calificada como “operación antiterrorista”). Yuri Lutsenko, jefe del grupo parlamentario del Bloque de Petró Poroshenko, puntualizó que la enmienda afecta sólo a los oficiales “cuyo trabajo es necesario para el frente ahora”.
En Donetsk se dieron cita el lunes el político Víctor Medvedchuk, enviado del Gobierno central y los líderes de la RPL y la RPD, Igor Plotnitski y Alexandr Zajárchenko, respectivamente. Dmitri Peskov, el jefe de prensa del presidente ruso, Vladímir Putin, valoró la reunión con “optimismo precavido”, según la agencia gubernamental rusa Ría Novosti. Medvedchuk fue jefe de la Administración presidencial de Yanukóvich y se le considera como un representante no oficial de Putin en Ucrania.
Peskov expresó su esperanza de que las “consultas previas” tuvieran su continuación en temas como el alto el fuego, la retirada de la artillería y sistemas de misiles y el comienzo de las tareas para trazar una línea de separación de las partes e intercambio de prisioneros. Todos estos puntos estaban recogidos en los acuerdos que en septiembre pasado fueron firmados en Minsk por representantes de Kiev, los secesionistas y Rusia bajo la égida de la OSCE. Las acusaciones de violar los acuerdos son múltiples y recíprocos.
Sobre el terreno, continúa la confrontación armada. El jefe del grupo Resistencia Informativa, Dmitri Tymchuk, ha afirmado que los insurgentes han sido reforzados con hombres y técnica, incluidos “soldados rusos procedentes de dos brigadas de artillería” de Rusia