Enviar una nave al espacio, ahora es tan normal como trasladarse en un vehículo a otra ciudad; por eso, el reto de las agencias espaciales es cada vez más ambicioso. Eso implica desarrollos tecnológicos más avanzados y travesías más largas. Algo más allá de la ciencia ficción. A continuación algunas metas de los próximos años.
Para el 2017, la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y la Nasa tienen previsto lanzar al espacio, y por primera vez, un satélite que orbite, en forma elíptica, el Sol. Se trata del proyecto Solar Orbiter u Orbitador Solar, cuya misión será hacer una cartografía del astro y estudiar, por ejemplo, cómo se producen las tormentas o sus manchas. Además, estudiar la heliosfera (una ‘burbuja’ generada por su intenso campo magnético, una especie de escudo protector que encierra a todo el Sistema Solar). Este es, sin duda, el reto más desafiante en la historia de las misiones espaciales. Según la ESA, con este proyecto, que además hace parte de su programa ‘Visión Cósmica 2015 – 2025’, se daría explicación a preguntas claves del origen de la vida, la formación de los planetas e incluso el origen del Sistema Solar o del Universo.
Otra de las misiones que se están llevando a cabo es Osiris-REx de la Nasa, una misión de 14 años, y cuyo objetivo es llegar al asteroide Bennu (abundante en carbono), que al ser estudiado respondería preguntas sobre el origen de la vida. Se prevé que se lance a finales del 2016.
Para seguir investigando a Marte hay tres proyectos: Insight de la Nasa que para el 2016 partirá hacia el planeta rojo para investigar su geología. También está ExoMars de la ESA y la Agencia Espacial Rusa que será lanzada en el 2018 que llevará un robot para desplazarse en su superficie e investigar la composición de su suelo. Una última, Mars 2020 o Marte 2020 de la Nasa, será un robot más avanzado que el actual ‘Curiosity’ y tendrá la misión de rastrear ‘antiguos signos vitales’ en el planeta.
Para Mercurio está BepiColombo de la ESA con apoyo de la agencia espacial japonesa (Jaxa) que irá en el 2016 para estudiar el planeta más pequeño y cercano al Sol. Juicetambién de esa agencia partirá en el 2022 a bordo del cohete Ariane 5 hacia una de las lunas de Júpiter con la misión de buscar si hay signos de vida. Y otra, el telescopio Euclidpara estudiar el universo oscuro (una forma que explicaría la acelerada expansión del universo).
Ahora los retos son cada vez más arriesgados, no se sabe si en estos momentos están planeando una misión, tal vez con naves tripuladas por seres humanos que con una sonda espacial lleguen a tocar otros planetas.