Mitch McConnell asumirá en enero el liderazgo del Senado; desde ahí ya ha derrotado leyes impulsadas por el Presidente.
CIUDAD DE MÉXICO.- A sus 72 años de edad, Mitch McConnell está a punto de cumplir lo que según sus amigos es el sueño de su vida: ser líder de la mayoría en el Senado de Estados Unidos.
El hombre que ofreció cambiar la dirección del gobierno estadunidense tan pronto confirmó la “barrida” republicana en las elecciones de medio término, el pasado martes, gusta de presentarse como negociador y amigo del compromiso.
Considerado como astuto, resistente y pertinaz, no sólo superó un ataque de poliomielitis cuando era niño, sino que ha superado uno a uno todos los desafíos que se le han presentado, incluso los dos más recientes: una campaña del derechista Partido del Té para tratar de arrebatarle la candidatura a la reelección este año, y una buena y bien financiada candidata demócrata a quitarle el escaño.
De acuerdo con el periódico The Hill, especializado en política legislativa, el gran ídolo político de McConnell es Henry Clay, un influyente político del siglo 19 conocido como “el gran conciliador”.
Pero McConnell es todo menos conciliatorio, a menos que obtenga lo que quiere.
La edición 2014 del Almanaque de Políticos Estadunidenses, una publicación especializada en los legisladores, asegura que McConnell es “un duro táctico, insensible a la crítica, ha hecho su misión el demorar y derrotar legislaciones patrocinadas por el presidente Barack Obama”.
De hecho, McConnell aseguró en octubre de 2010 que a menos que Obama diera una maroma y buscara conciliar con los republicanos “a medio camino en algunos de los mayores temas”, para él y sus republicanos “lo más importante que queremos lograr es que el presidente Obama sea presidente de un solo periodo”.
Cuatro años después, ni la demanda ni el propósito han sido cumplidos, pero lo claro es que mucho de lo que pase en los próximos dos años tendrá que ver con la relación que Obama, considerado como un hombre que pone distancia entre él y su entorno, pueda establecer con un McConnell, considerado a su vez como taciturno, pero un opositor tan eficiente que ha logrado frustrar a sus adversarios.
Y evidentemente, no hay mucha simpatía entre los dos. Hace 30 años, entre feroces andanadas retóricas, el entonces presidente Ronald Reagan y el presidente demócrata de la Cámara de Representantes, Thomas Tip O’Neil, encontraban tiempo para sentarse a tomar un whisky y conversar, al menos una vez a la semana.
Es de dudarse que Obama y McConnell se hayan reunido socialmente excepto en el marco de grandes reuniones.
McConnell puede no ser tan conciliatorio como muchos quisieran –aunque para el ala derecha republicana lo es, y demasiado– ni tan socialmente adepto como demandaría la idea del Washington interconectado que se cree, pero es un sobreviviente.
De hecho, aunque según las calificaciones de puristas, no es absolutamente conservador, sino sólo de 74 a 90 por ciento según la escala, McConnell se las ha arreglado para recibir el apoyo de los principales grupos de derecha, incluso la Asociación Nacional del Rifle, con la que derrotó una propuesta para control de armas en 2010 y a pesar de un choque personal con la Heritage Foundation.
El Almanaque de Políticos Estadunidenses consigna también que el senador John McCain subrayó que “hay pocas cosas más temibles en la política que la determinada oposición de McConnell”.
Nacido el 20 de febrero de 1942 en Tuscumbia, Alabama, el líder de la mayoría entrante en el Senado inició su carrera en 1977, cuando a los 35 años de edad ganó el puesto de juez ejecutivo del condado de Jefferson, el puesto que sirvió como punto de partida a la carrera de su protector y primer jefe, el senador republicano Marlow Cook.
En 1963, a los 21 años, contrajo matrimonio con Sherrill Redmon, con la que procreó tres hijos y de la que se divorció en 1993, mismo año en que se casó con Elaine Chao, quien fue secretaria del Trabajo entre 2001 y 2009, durante el gobierno de George W. Bush.
Siete años después, un anuncio de campaña de McConnell definiría lo que fue su carrera. El video mostraba un grupo de sabuesos al husmear en lugares donde el entonces senador demócrata Walter Huddleston había pronunciado discursos y cobrado por ellos mientras la Cámara de Representantes estaba en sesión.
McConnell ganó por cinco mil 169 votos en una votación de 1.2 millones. Y ahí comenzó una carrera que lo llevó al liderazgo de la minoría republicana en noviembre de 2006.