Washington (PL) El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó una revisión de las políticas que se aplican en los casos de rehenes estadounidenses secuestrados por grupos terroristas en el extranjero.
El sitio digital del diario The Daily Beast divulgó anoche una carta enviada el pasado 11 de noviembre por la subsecretaria de Defensa para temas políticos, Christine Wormuth, al congresista republicano Duncan Hunter, de California, donde le deja saber las indicaciones recibidas de la Casa Blanca acerca del tratamiento a los rehenes.
Hunter es miembro del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes y ha estado presionando a la administración Obama, a trabajar más para liberar a los ciudadanos estadounidenses en poder del grupo extremista Estados Islámico y otros grupos terroristas.
“Como resultado del aumento de la frecuencia de la toma de rehenes estadounidenses en el extranjero, y el reconocimiento de la amenaza que plantea la dinámica de grupos terroristas específicos, el Presidente dirigió recientemente una revisión completa de la política del gobierno de Estados Unidos en los casos de toma de rehenes relacionados con el terrorismo en el extranjero”, afirma la carta.
Wormuth añade en su misiva que el mandatario dio instrucciones específicas de hacer especial hincapié en el compromiso de examinar las familias de los secuestrados, la recolección de inteligencia, y las políticas de compromiso diplomático.
Familiares de los rehenes estadounidenses se han quejado que la Casa Blanca no sigue adecuadamente las pistas que conducen al lugar de cautiverio de los rehenes y que son excesivas las luchas internas burocráticas entre las agencias gubernamentales, que socavan los esfuerzos de liberación de los reos.
También acusan al gobierno federal estadounidense por amenazarlos con un potencial enjuiciamiento penal, si deciden pagar el rescate solicitado por los terroristas.
Por su parte, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Alistair Baskey, confirmó que el objetivo de la Administración Obama es el de utilizar todos los recursos apropiados dentro de los límites de la ley, para ayudar a las familias a llevar a sus seres queridos en casa.
“En vista del creciente número de ciudadanos estadounidenses tomados como rehenes por grupos terroristas en el extranjero y la extraordinaria naturaleza de los casos de toma de rehenes recientes, el presidente Obama supervisará a los departamentos y organismos pertinentes, incluidos los de Defensa y Estado, el FBI, y la comunidad de Inteligencia, para llevar a cabo una revisión exhaustiva de cómo el gobierno de Estados Unidos se ocupa de estas cuestiones “, subrayó Baskey.
