Hongkoneses eligen seguir en las calles

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HONG KONG, CHINA. Desde primeras horas de este lunes, y pese al ultimátum del Gobierno hongkonés, miles de manifestantes pro democracia seguían ocupando de manera masiva las principales plazas cercanas a edificios públicos.

El movimiento pro democracia Occupy Central, uno de los promotores de la libertad electoral en Hong Kong, fue advertido por el jefe del Ejecutivo local, Leung Chun-ying, quien aseguró que “tomaría todas las medidas necesarias para restablecer el orden público”.

El político exigió a los manifestantes desalojar los accesos a edificios del Gobierno para que más de tres mil empleados pudieran acceder a sus trabajos. El ultimátum vencía la noche del domingo, sin embargo, los protestantes decidieron no levantar sus plantones.

“Debemos descansar ahora porque continuaremos toda la noche aquí a la espera de que la policía ataque. Será una larga batalla”, aseguró Ken Chung, un estudiante que participa en las movilizaciones.

Como medida de resistencia, los protestantes decidieron continuar con las manifestaciones en las calles tras ocho días de intensas protestas en las avenidas de Hong Kong. Miembros de grupos pro democracia se concentraron en vías cercanas a la oficina del jefe del Ejecutivo, a quien exigen su dimisión.

A pesar de que el jefe del Ejecutivo hongkonés no amenazó de manera directa a los estudiantes con desalojarlos si no accedían a su petición, sí destacó la necesidad de que Hong Kong restaure la paz.

Después de ocho días de protestas, ayer activistas que exigen democracia en Hong Kong lucían divididos respecto a la decisión de mantener o retirar las manifestaciones en contra del Gobierno local.

Algunos de los activistas acordaron reducir las protestas y retirar las barreras que obstruyen ciertas avenidas y aceras, esto con el fin de cumplir con el plazo que el Gobierno les impuso para desalojar los espacios públicos, sin embargo, otros grupos decidieron mantener las manifestaciones.

La fracción de estudiantes que conforman el grupo pro democracia señaló que reanudará negociaciones con autoridades del Gobierno para acordar un diálogo y debatir sobre las demandas que exigen ampliar los privilegios democráticos en Hong Kong.

Sin embargo, los grupos estudiantiles anunciaron que las movilizaciones continuarán a la par de las conversaciones con las autoridades, además, advirtieron que las negociaciones de diálogo con el Gobierno se suspenderían si se usaba la fuerza policial para desalojar a los inconformes.

Durante las primeras horas de hoy los estudiantes retiraron barricadas que bloqueaban el acceso a edificios del Gobierno, pero no levantaron totalmente sus manifestaciones.

PARA SABER

¿Cómo inició el conflicto?

A finales de agosto el Gobierno de China dio a conocer que elegiría a ciertos candidatos para competir por el puesto de Ejecutivo en Hong Kong. Inicialmente Pekín había prometido implementar el voto universal entre los hongkoneses, sin embargo, esa promesa no contemplaba la libertad para escoger a los aspirantes a puestos en el Gobierno.

La Revolución de los paraguas

Un grupo de jóvenes hongkoneses sostiene un par de paraguas, es un día soleado perfecto para usar el objeto para cubrirse del Sol. En sus ropas portan un listón amarillo para mostrar apoyo. Los paraguas siguen su curso en las manos de los manifestantes. Entonces, empiezan los disturbios.

El 28 de septiembre jóvenes que participan en las protestas a favor de la democracia en Hong Kong tuvieron un enfrentamiento con la Policía de la región autónoma china; intentaron desalojarlos. Las fuerzas policiacas usaron gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, y ellos aguantaron pacíficamente cubriéndose con el símbolo de su revolución: el paraguas.

La Revolución del Paraguas es el término que se le está dando a las protestas pro democráticas en Hong Kong; el objeto es comúnmente visto en los plantones, donde los inconformes se organizan para limpiar, repartir alimentos e informar a los ciudadanos sobre la causa de su lucha.

Una hilera de paraguas sirvió de escudo para que los integrantes de Occupy Central (principal movimiento a favor de la democracia) se protegieran de la fuerza policiaca que usaba gases, desde entonces, los parasoles se convirtieron en el símbolo de resistencia de miles de hongkoneses.

Sin embargo, analistas tienen poca esperanza en que Occupy Central logre que China continental ceda ante las peticiones. Los paraguas seguirán protegiendo a los manifestantes del Sol, las lluvias y de los gases lacrimógenos que la Policía usa para dispersar a la Revolución de los Paraguas.

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