Kansas City, Missouri. Hoy reanudan la serie contra Orioles en el Kauffman Stadium. Garra y perseverancia. Esas son las dos características que definen a los Reales de Kansas City, transformados en un equipo incontenible en los playoffs por obra y gracia de su capacidad de crecerse en los últimos innings. Esas son las dos características que los Orioles de Baltimore precisan emplear si quieren seguir vivos en la post-temporada.
Después de ganar los primeros dos partidos de la serie de campeonato en la Liga Americana en Camden Yards, un parque propicio para batear jonrones, los Reales regresan al espacioso Kauffman Stadium en procura de otro par de victorias que les depositen en la Serie Mundial en su primera post-temporada desde que salieron campeones en 1985. El tercer juego será hoy lunes, con dos adicionales en Kansas City, el último en caso que sea necesario. Y los Orioles quieren disputar todos los que sean posibles. Fuera de casa, los Orioles tuvieron una decente foja de 46-35. Ese registra al dominio que exhibieron de locales.
Y ahora su pelotón de artilleros que conforma la alineación deberá desaparecer pitcheos en uno de los estadios menos favorables para el bateo de largo metraje en las mayores. Es un parque que se presta para los dos fuertes de los Reales: pitcheo y defensa.
Los Orioles también tendrán que hacer algo histórico. Desde que el formato del mejor de siete juegos fue incorporado hace 29 años, ninguno de los 11 previos equipos que perdieron en casa los primeros dos juegos de la serie de campeonato pudo alcanzar la Serie Mundial.
Wei-Yin Chen abrirá por Baltimore contra Jeremy Guthrie, ex de los Orioles. Mientras los Orioles intentan algo inédito en los playoffs, Kansas City sigue dejando huella.