Surgieron varios pronunciamientos luego de que el candidato por el PRI, Alejandro Tello le adjudicara a su campaña su “Contrato por Zacatecas”. La oposición y la comunidad que se siente burlada por este hecho y alega que el contrato, no es funcional en absoluto pues promete algo que no puede existir en términos netamente jurídicos al hablar de una clausula que indica ´´si no cumplo, me voy´´.
El Contrato de Tello con Zacatecas se basa en tres líneas contractuales, Seguridad, Economía y Educación, tres temas que surgen de las demandadas más reiteradas por la gente durante la primera etapa de su campaña, sin embargo, Tello cayó en el error de proponer en palabras textuales, el derecho político llamado “Revocatoria del Mandato”.
El contrato es una especie de acuerdo, cuya esencia reside en la obligatoriedad del cumplimiento. El segundo de los elementos de existencia de este acto jurídico es que el objeto del asunto pueda ser materia de contrato, y el primer elemento de validez es que las partes tengan la capacidad legal para cumplir y exigir el contrato.
Según Tello, en la promoción que le hace a esta propuesta de contrato, asegura que éste vincula, obliga y permite restablecer los lazos de confianza con la comunidad, una aseveración bastante ridícula puesto que al tomar posesión, existe ya un compromiso legal de cumplimiento con la ciudadanía, lo cual indica que el “contrato con Zacatecas” no es más que un adorno a su campaña, una falta de respeto que insulta la inteligencia de los zacatecanos pues es un procedimiento de participación política ya establecido.
Lo que deja más que claro, que esta es solo una estrategia política sucia y sin fundamento, pues evidentemente en términos legales no podría llevarse a cabo.