Irán podrá acceder a 700 millones de euros al mes de sus activos congelados.
Las negociaciones para concretar un acuerdo sobre el contencioso del programa nuclear iraní se prorrogarán hasta el 30 de junio de 2015 ante las dificultades para alcanzar un pacto definitivo en el plazo marcado —que expira este mismo lunes a medianoche—, según ha anunciado el ministro de Exteriores británicos, Philip Hammond, en declaraciones recogidas por la agencia France Presse. Además, las potencias implicadas en la negociación permitirán que Irán acceda a 700 millones de dólares al mes de los activos iraníes bloqueados. Los demás detalles del aplazamiento y la reanudación de las conversaciones entre Irán y las grandes potencias están pendientes de cerrarse en las reuniones que se celebran en Viena (Austria), según ha revelado a la agencia Reuters una fuente relacionada con el proceso bajo la condición de mantener el anonimato.
Durante los encuentros, ha asegurado el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, se han hecho “progresos sustanciales”. El responsable ha afirmado también que espera que en tres o cuatro meses las partes lleguen a un acuerdo de “principios básicos” en un documento final. Al parecer, el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, y el ministro de Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, ya habían abordado juntos los posibles escenarios para retomar las negociaciones, según fuentes citadas por France Presse.
La posibilidad de un aplazamiento ha planeado sobre las conversaciones durante el fin de semana. Un responsable europeo ha llegado a afirmar que las perspectivas de alcanzar un acuerdo final parecían “físicamente imposible”. Los obstáculos, según fuentes diplomáticas, siguen siendo la capacidad de enriquecimiento de uranio que va a conservar Irán y el ritmo al que van a levantarse las sanciones impuestas al país. Como ambas partes desean evitar el fracaso de la negociación, es previsible que se anuncie una nueva extensión hasta finales de diciembre”.
Las seis grandes potencias —Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania— intentan cerrar un acuerdo definitivo después de que el 24 de noviembre de 2013 Irán accediera limitar el enriquecimiento de uranio a cambio de que Occidente comenzara a levantar las fuertes sanciones impuestas al país persa. Los negociadores quieren garantizar que Irán no tenga capacidad para fabricar armas nucleares, un objetivo que Teherán siempre ha negado perseguir.
El fin de décadas de enfrentamiento con Occidente y el eventual levantamiento de las sanciones supondría la incorporación al mercado internacional de un país con cerca de 80 millones de habitantes e importantes reservas de hidrocarburos. Los gobernantes iraníes necesitan acabar con esa situación para renovar sus infraestructuras petroleras (e industriales) y poder ofrecer un futuro a su joven población.