El gerente de Operaciones y Mantenimiento de la Estación Espacial de Seguimiento de Satélites de la ESA en Malargüe, Diego Pazos, explicó que “en este momento todo lo que está llegando de Philae (el módulo de la sonda Rosetta que ayer aterrizó en un cometa) está llegando por la estación nuestra”.
“Lo que hacemos es establecer canales de comunicación entre el Centro de Operaciones de la ESA (la Agencia Espacial Europea) en Alemania y Rosetta, a través de la antena de Malargüe, pero no sólo con Rosetta sino con muchas otras misiones de la ESA”, explicó Pazos en diálogo con Télam.
Tras recorrer más de 6.400 millones de kilómetros durante diez años, la misión logró posar ayer sobre el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko al minilaboratorio Philae, que viajaba en la sonda con 20 instrumentos de medición a bordo.
La estación mendocina es una de las tres que la ESA tiene distribuidas por el mundo, junto con las de Australia y la de España. Desde Malargüe se reciben las comunicaciones de la sonda, que demoran casi 25 minutos en llegar a la Tierra.
PHILAE
Desde que el módulo se separó de la sonda, “la misión se dividió en dos”, aunque Rosetta sigue siendo “fundamental” ya que Philae la necesita para comunicarse con la Tierra.
“Philae no tiene capacidad de comunicarse directamente con la Tierra porque es un laboratorio muy chiquito, tiene el tamaño de un frigobar. No tiene muchas capacidades de comunicación como Rosetta, que es un satélite hecho y derecho”, dijo el ingeniero electrónico.
UBICACIÓN
El cometa “está a 25 minutos luz de distancia. Esto habla de que la distancia (entre la Tierra y el cometa) es más o menos el triple que la distancia entre la Tierra y el Sol”, explicó Pazos.
Pero esa distancia se acortará, ya que “el cometa 67/P se está acercando al Sol, con lo cual va acercándose al final de la vida de Philae”, que está diseñado para trabajar hasta una determinada distancia del Sol, contó el técnico, y dijo que se estima que el módulo de destruya en marzo de 2015.