Nuevo país, nuevas normas

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¡Nuevo país, nuevas reglas! Pero ¿en realidad las conocemos? Como inmigrantes, descubrimos que un nuevo universo legal y económico se abre ante nosotros, y que no tenemos la información necesaria para lidiar con él. Parte de nuestro trabajo será aprenderlas para protegernos de los inconvenientes y aprovechar las ventajas que nos ofrece.

El inmigrante y la ley en Quebec

En nuestra primera etapa como inmigrantes nos toca llevar a cabo una dura tarea.

Teniendo por bagaje nuestra vida anterior, aterrizamos en una nueva tierra y de golpe nos vemos obligados a conocer nuestro nuevo medio, a adaptarnos a nuevas costumbres, a otros horarios, a otros sabores, y por supuesto, ¡a otros climas!

Recorremos los lugares, buscando encontrar similitudes. A veces las encontramos, a veces no. Y entonces, encontramos diferencias, las analizamos, a veces las aceptamos dócilmente, y otras no.

En algún punto de nuestro derrotero, sopesamos la decisión que nos trajo, y llegamos a una especie de acuerdo con nosotros mismos.

No todo lo nuevo es perfecto, no todo lo anterior es malo, pero la balanza se inclina en favor de nuestra decisión. Y es en ese momento, en que empezamos a forjar nuestra nueva realidad, incorporamos algunos nuevos usos, aceptamos nuevos sabores, sin abandonar los viejos, por supuesto, y…¡nos preparamos a vivir con el clima que nos tocó!

En el camino, conseguimos un trabajo, aprendimos un nuevo idioma (o dos), volvemos a los estudios, enviamos a nuestros hijos a la escuela, etc.

Y una vez que construimos nuestra nueva realidad, hecha de lo que sabíamos antes de venir y de lo aprendimos, pasamos a la siguiente etapa.

Ahora que quizás ya no luchamos con el nuevo medio, podemos empezar a proyectar hacia el futuro. Pensamos en nosotros y en nuestra familia de aquí a 20 años. Quizá pensamos en comprar una casa y nos preguntamos ¡cuán al alcance nuestro estará!

Hablamos con un compañero de trabajo y nos menciona que contrató un seguro de vida y nos preguntamos si también nosotros deberíamos.

Decidimos averiguar un poco más y nos entrevistamos con un agente de seguros, quien en nuestra primera entrevista nos hace esta pregunta: ¿ya hicieron el testamento y el mandato de ineptitud?

Le contestamos que no, pero que igual estamos casados, así que creemos que no haría falta. En otros casos, contestamos que aunque no estamos casados, somos cónyuges de hecho, así que igual estamos protegidos por la ley en caso de divorcio, fallecimiento o incapacidad.

Nuevos mitos se mezclan con vieja información y algunos preconceptos equivocados.

Allí realizamos que un nuevo universo legal y económico se abre ante nosotros, y que no tenemos la información necesaria para lidiar con él.

A fin de ayudarlo en este derrotero, desde mi humilde lugar, he programado una serie de conferencias para los próximos meses.

La primera de ellas tendrá lugar el próximo 6 de noviembre a las 6;00 pm en la sede del TD BANK (Jean-Talon Ouest, Montreal. Para registrarse puede usted confirmar al 514-758- 9092 o escribir a mi correo electrónico rber@montreal-notaire.com. Para más información: aquí.

Las próximas conferencias incluirán temas como:

Testamento
Mandato de ineptitud
Derechos y obligaciones de los cónyuges de hecho
La sucesión en Quebec
Lo invito a contactarme a mi correo electrónico rber@montreal-notaire.com para hacerme saber cuáles de estos temas serían de su interés.

Por cualquier duda pueden llamar al teléfono 514-513-9788, o escribir a rber@montreal-notaire.com o a través de la GuíaNM.

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