Ciudad del Vaticano. El Papa Francisco advirtió hoy contra la actitud de algunos cristianos que, en lugar de prestar un servicio a la Iglesia, se adueñan del poder, “se sienten importantes” y “tratan mal a la gente”.
Durante el sermón de su misa matutina en la capilla de su residencia vaticana de Santa Marta, el pontífice pidió evitar “adueñarse de las situaciones”, como ocurrió con los discípulos, que “alejaban a la gente para que no molestaran a Jesús, pero para estar cómodos ellos”.
“Se adueñaban del tiempo del Señor, se adueñaban del poder del Señor, lo querían para su grupito. Se adueñaban de esta actitud de servicio, transformándolo en una estructura de poder. En la vida debemos luchar mucho contra las tentaciones que tratan de alejarnos de esta actitud de servicio”, dijo.
Sostuvo que la pereza lleva a la comodidad y el “sentirse patrón” conduce a la soberbia, al orgullo, a tratar mal a la gente y a sentirse importantes, “porque soy cristiano, tengo la salvación”.
Recordó que la madre de los apóstoles Santiago y Juan le pidió a Cristo “que uno de sus hijos fuera el primer ministro y el otro el ministro de economía, con todo el poder en sus manos”.
Según el Papa, esto sucede también hoy cuando “los cristianos se vuelven patrones: patrones de la fe, patrones del reino, patrones de la salvación”.
Aclaró que si bien todos los católicos tienen esta tentación, deben seguir el camino del servicio porque, si no lo hacen, “pierden fuerza, fecundidad”, se vuelven hombres “para sí mismos, para “servirse a sí mismos” y con una “vida triste, derrochada”.
El pontífice afirmó que “la pereza nos aleja del servicio y nos lleva a la comodidad, al egoísmo”.
“Tantos cristianos así (…) son buenos, van a misa, pero el servicio hasta acá. Y cuando digo servicio, digo todo: servicio a Dios en la adoración, en la oración, en las alabanzas; servicio al prójimo, cuando debo hacerlo; servicio hasta el final”, insistió.