El presidente pronuncia ante el Parlamento el discurso sobre el estado de la nación.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha admitido este jueves en el Parlamento, durante el discurso del estado de la nación, que las sanciones occidentales por el papel de Moscú en la crisis de Ucrania hacen daño a su país, pero ha afirmado que serán “un estímulo” para avanzar hacia un mayor desarrollo. “Las así llamadas sanciones, y las limitaciones externas, son un estímulo para avanzar más rápido y acelerar el logro de nuestros objetivos”, ha dicho el mandatario, quien se ha mostrado convencido de que, incluso sin la anexión de Crimea, Occidente “habría encontrado otro pretexto” para imponerlas.
Alrededor de mil invitados, entre ellos diputados y senadores, miembros del Gobierno, jueces y gobernadores, asisten a la intervención del líder ruso en la sala San Jorge del Kremlin, que ha empezado a las 12.00 hora local, las diez en España. El discurso anual define las líneas maestras de la política de Moscú para el siguiente año. Este ha estado marcado por las sanciones de Occidente y la ralentización de la economía.
El presidente ha anunciado una amnistía fiscal para los capitales que regresen al país y ha subrayado que Rusia debe acabar con la evasión impositiva de empresas rusas a través de paraísos fiscales. “Quien legalice sus recursos y propiedades en Rusia, recibirá sólidas garantías de que no será perseguido por distintos órganos estatales, entre ellos las fuerzas del orden, ni se le preguntará por el origen del capital”, ha dicho Putin durante su intervención ante el pleno del Parlamento.
La amnistía será “total”, pero se hará “una sola vez”, ha aclarado el líder del Kremlin, quien ha agregado que tras la implementación de esa medida Rusia debería “pasar la página de los paraísos fiscales en la historia de la economía y el país”.
La decisión fiscal se enmarca dentro de las medidas propuestas por Putin para superar la compleja situación económica que atraviesa el país, a las puertas de una recesión por la caída de los precios del petróleo y las sanciones de Occidente, y con el rublo depreciado en un 50% desde comienzos del año.
El ministro de Economía ruso, Alexéi Uliukáyev, reaccionó al anuncio para señalar que la amnistía fiscal contribuirá “sin duda alguna” a superar la ralentización de la economía.
Por otro lado, y obligado a reaccionar a la brusca caída del rublo de los últimos días, el presidente ruso ha acusado a los especuladores de ser los culpables de la depreciación que ha sufrido la moneda nacional. “Pido al Banco de Rusia y al Gobierno que pongan en marcha acciones duras y coordinadas para aplacar las ganas de los llamados especuladores de aprovecharse de las oscilaciones del rublo”, ha dicho Putin. “Las autoridades saben quiénes son”, ha añadido.
La moneda rusa batió este miércoles otro récord negativo en su cotización ante las principales divisas internacionales en la bolsa de Moscú, donde un euro llegó a cambiarse por 67,9 rublos, mientras que la moneda estadounidense alcanzó los 54,86 rublos.