Santander refuerza solvencia con ampliación capital y recorte dividendo

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Por Jesús Aguado y Sarah White

MADRID. España. La nueva presidenta de Banco Santander, Ana Botín, dio el jueves otro golpe de timón al frente de la entidad con el anuncio de una ampliación de capital por hasta 7.500 millones de euros, que acompañó de un recorte en el pago de dividendos, para reforzar su solvencia y apoyar su crecimiento orgánico.

La primera entidad de la eurozona por capitalización, que realizará una colocación acelerada de los títulos — equivalente a un 9,9 por ciento de su capital actual — con exclusión de los derechos de suscripción preferente, dijo el jueves por la tarde que ya existe suficiente demanda para cubrir la ampliación.

Una fuente dijo el jueves que la ampliación se realizaría a precios de entre 6,18 y 6,5 euros por acción, lo que supondría un descuento de entre el 5 y el 10 por ciento respecto al precio de 6,856 euros al que cotizaba el banco antes de que sus acciones fueran suspendidas.

Está previsto que el precio de la colocación se conozca de forma oficial a primera hora de la mañana del viernes, antes de que se reanude su cotización.

Santander explicó que la ampliación le ayudará a alcanzar un ratio de core capital fully loaded del 9,7 por ciento en 2015 desde el 8,3 por ciento con el que espera cerrar 2014 tras esta ampliación, que tendrá un efecto “marginalmente” dilutivo en el beneficio por acción en 2015 y “ligeramente” positivo desde 2016.

Aunque Santander aprobó con holgura los pasados exámenes a la banca en Europa en octubre pasado, el mercado considera que Santander está algo justo de capital en comparación con la gran banca europea y aplicando las nuevas normativas de Basilea más exigentes.

La entidad ya tuvo que reconocer en noviembre que su ratio de capital de máxima calidad en términos de Basilea III ‘fully loaded’ cerrará el año en torno al 8,5/8,6 por ciento y no en el 9 por ciento previsto inicialmente.

“Creo que es justo lo que tenían que hacer. Necesitaban reforzar su base de capital”, dijo François Savary, director de estrategia de inversión en el banco suizo y gestor Reyl, que mantiene acciones de Santander en cartera.

Su competidor español, BBVA, terminó septiembre con un ratio de capital fully loaded del 10,1 por ciento.

A diferencia de los ratios de capital con aplicación gradual (los empleados en los pasados exámenes a la banca en Europa), los ratios ‘fully loaded’ obligan a hacer una deducción total de algunos activos, como los activos fiscales diferidos, que penalizan es especial a la banca española y francesa.

Según los ratios de capital fully loaded, publicados a título informativo por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), en el escenario estresado a 2016 el ratio de capital de Santander bajaría al 7,3 por ciento frente el 8,2 por ciento de BBVA.

Precisamente BBVA aprovechó su reciente aumento de su participación en el turco Garanti para reforzar su solvencia con la venta a mercado de nuevas acciones.

En general, las entidades financieras se han embarcado recientemente en operaciones para reforzar su solvencia en un momento en el que los supervisores bancarios están demandando mayor requisitos de capital para prevenir nuevas crisis.

El consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, destacó el jueves que la finalidad de la operación era reforzar el negocio en los mercados en los que ya está presente.

De hecho, Ana Botín reiteró en un documento interno al que tuvo acceso Reuters que “el objetivo de esta transacción es acelerar nuestros planes de crecimiento orgánico” y añadió que la ampliación de capital contribuiría a elevar el crédito de la clientela del grupo.

No obstante, en el mercado no descartan que la entidad pueda protagonizar algún tipo de operación corporativa en el medio plazo.

Recientemente, Santander expresó su interés por Novo Banco, una entidad surgida del rescate del portugués Banco Espirito Santo (BES)

Tras el anuncio de la operación el jueves, Santander dijo que esperaba cerrar este año con un aumento del 30 por ciento en el beneficio neto a 5.800 millones de euros, con una tasa de mora del 5,2 por ciento y una reducción de un 10 por ciento en las dotaciones para insolvencias.

La entidad también desveló que la operación le permitirá alcanzar un RoTE (ratios de rentabilidad excluyendo el fondo de comercio) en niveles del 12-14 por ciento y mejorar el ratio de eficiencia a niveles por debajo del 45 por ciento.

REDUCE POLÍTICA DE DIVIDENDOS

En el marco de la ampliación para reforzar su solvencia, la entidad, presidida desde el 10 septiembre por Ana Botín, dio un giro radical a su política de dividendos al anunciar una reducción del 66 por ciento en la remuneración a sus accionistas.

Santander pasará a pagar un total de 0,20 céntimos por acción con cargo al ejercicio de 2015 mediante 3 dividendos en efectivo y un ‘scrip dividend’ con cargo a dicho ejercicio, por importe estimado de 5 céntimos cada uno de ellos.

Para el ejercicio pasado, Santander pagaba cuatro ‘scrip dividends’ por un importe total de 0,60 euros.

La entidad estaba bajo presión para cambiar una política dividendo que recientemente ofrecía una rentabilidad del 9 por ciento, casi tres veces superior al de BBVA, según datos de Thomson Reuters.

No obstante, la rentabilidad de Santander tras el recorte de dividendos se verá ahora reducida a niveles en torno al 3 por ciento de su competidor español, según su consejero delegado.

Ana Botín no había detallado hasta ahora cuál sería su política de dividendo si bien en la junta de septiembre, a los pocos días del fallecimiento de su padre, abogó por mantener la estrategia de diversificación del grupo

La entidad señaló el jueves que su objetivo de pay-out en efectivo pasa a estar situado entre el 30 y el 40 por ciento a partir de 2016 frente a un objetivo del 20 por ciento en efectivo desde 2013. En total, el objetivo de pay-out total de Santander era del 50 por ciento.

La ampliación y el recorte de dividendos — política que no había revisado durante la actual crisis — también se producen en un momento de una profunda reorganización en la cúpula directiva del banco que culminaron en noviembre con el nombramiento de un consejero delegado, la renovación parcial del consejo y la promoción de directivos de su confianza.

Analistas acogieron en principio de forma favorable una medida ampliamente exigida por los inversores.

“Los inversores estaban pidiendo que Santander reforzara su capital y por eso la medida no ha sorprendido tanto aunque sí el momento del anuncio y su montante”, dijo Nuria Álvarez, analista de Renta 4.

Goldman Sachs y UBS actúan como colocadores y aseguradores de la totalidad de la operación.

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